Querido diario. 14-12-2007
De camino a clase voy hablando con Manu, contándole lo de Carla. Su respuesta fue que hablase con Javi inmediatamente. Así fue. Llegamos prontito a clase, y le dije a Javier que tenía que hablar con él a solas. Comenzó diciéndome que era mejor en el recreo, pero lo cogí del brazo y me lo llevo.
+A ver... es difícil, y muy duro, de contar, pero más de asimilar...
-Me estás asustando...
+Carla... quiere decirte algo.
-Pues que me lo diga ella en clase.
+Hoy no vendrá.
-Pues mañana.
+Mañana tampoco.
-¿Pasado?
+¡Javi, Carla no volverá nunca!
-¡¿Qué?!
Llorando los dos, le contaba, que Carla se iba a Estados Unidos, a Nueva York, porque a su padre, abogado, le había salido un trabajo muy bueno, y se iba toda la familia; que no se podría despedir porque mañana se iba, y tenían muchas cosas que hacer; que nos llamará en cuanto pueda; que esa era la razón del por qué ayer por la noche cuando hablamos, estaba tan misteriosa.
Me abrazó, muy fuerte, sentía sus lágrimas en mi mejilla, que lentamente caían sobre mis labios. Así nos pasamos cerca de 15 minutos, sin movernos. Obviamente, nos habíamos olvidado de que hacía media hora de que las clases habían comenzado. Pasado un rato, me dijo que sentía haberse puesto así. Le dije que yo también estaba muy triste, y solo la conocía ¨bien¨ de un día a Carla.
Bueno, tengo muchísimo sueño, te contaré cuando me levante lo que ocurrió, más lo que pase mañana. Adiós, hasta mañana.
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